Con el paso de las décadas, cada vez más mujeres han ingresado al mundo de los negocios completando su formación con un grado en mercadotecnia y comercio internacional. Sin embargo, la desigualdad de género dentro de las posiciones de liderazgo en empresas sigue siendo un hándicap por solventar, el conocido techo de cristal.
En la publicación Fortune 500 solamente 44 mujeres tenían el cargo de CEOs, es decir que un 8,8% de las compañías están dirigidas por directivas.
En este artículo nos enfrentaremos a los prejuicios que normalmente se vinculan a la figura de la mujer trabajadora
¿A qué prejuicios se enfrentan las mujeres trabajadoras?
Así, Claudia Marcela Medina Monje, maestra en educación y ortopedista de la Clínica León XIII de Colombia, establece algunas de las barreras a las que las mujeres se enfrentan en su trabajo debido a estereotipos.
Monje destaca, a través de una revisión de literatura sobre el tema, la idea de que las mujeres priorizan la familia por encima de su trabajo, tiene poca confianza en sí mismas y, por ende, no son buenas en espacios de venta y compra.
Con el tiempo, todas estas ideas se han desmentido, sin embargo, prevalecen en la mente de muchos, consciente o inconscientemente.
Los mejores consejos de otras líderes
directora del centro de servicios para personas discapacitadas de JBS International en Estados Unidos, Eileen Elías, entrevistó a siete mujeres en altas posiciones y les pidió sus mejores consejos para romper el techo de cristal.
- Ayudarse las unas a las otras
La cultura occidental ha creado un ambiente competitivo entre las mujeres y, de acuerdo con Elías, algunas sienten que la única manera de escalar dentro de los espacios de trabajo es evitar que otras obtengan estos puestos. En cambio, las líderes entrevistadas aconsejan ayudarse en la resolución de problemas y apoyarse frente al hostigamiento sea explícito o no.
Junto con esto, es recomendable encontrar una mentora dentro de lugar de trabajo. Alguien que haya llegado a donde se desea. De acuerdo con las entrevistas, esto impulsa las carreras de ambas y mejora las habilidades.
Según Elías, algunas mujeres tienen miedo de pedir consejos por miedo a parecer incompetentes, por el contrario, rara vez es el caso y tener un modelo a seguir a quien acudir trae numerosas ventajas.
- Tomar acción y hablar
Entre los miedos que Elías enmarca está la idea de que las mujeres que hablan en reuniones o dan su opinión son agresivas, intimidantes y autoritarias mientras que los hombres con las mismas actitudes frecuentemente son calificados como líderes y proactivos. Sin embargo, las líderes aconsejan no perder la oportunidad de hablar de manera asertiva y demostrar los conocimientos que se tienen.
- Cambiar la perspectiva demográfica
Elías notó que, en las áreas laborales, especialmente aquellas dominantemente masculinas, se aparta a las mujeres y se las trata como “el otro”. Una de las líderes entrevistadas mencionó que sus compañeros de trabajo salían a jugar golf, tomaban decisiones y no la invitaban porque no se sentían “cómodos”. De este modo, ella se propuso ganarse la confianza de ellos para que dejarán de verla simplemente como una mujer y aceptarán que sus conocimientos eran valiosos.
Por lo tanto, se aconseja apelar a los conocimientos y cualificaciones al hablar con directivos, para poder eliminar los prejuicios que puedan tener sobre las mujeres trabajadoras.
El último consejo, es para aquellos con el poder de seleccionar a los trabajadores en su empresa. Y es la equidad en los puestos de trabajo, con los mismos tramos salariales, y desterrar el prejuicio frente al papel en puestos directivos vinculado a las féminas a temas familiares cuando tienen la misma responsabilidad de conciliación tanto hombres como mujeres.