El lugar de trabajo actual requiere líderes con habilidades emocionales avanzadas.
Los empleados ahora tienen más opciones en cuanto al lugar donde trabajan, ya sea de forma remota, en la oficina o híbrida. Una de las razones es que la pandemia de COVID-19 provocó un cambio radical en la forma de trabajar, lo que generó oportunidades y desafíos tanto para los líderes como para los trabajadores. Las nuevas tecnologías son otro factor. Ahora, las personas pueden determinar no solo dónde, sino también con quién trabajan, por qué trabajan y por qué su trabajo es importante. Por ello, los líderes deben desarrollar capacidades emocionales matizadas.
“”Estamos entrando en una nueva era, en la que sentir el trabajo –incluido establecer y mantener relaciones interpersonales, empatizar y apoyar a los demás– se vuelve más importante que las tareas orientadas al pensamiento
Los empleados que se sienten desvinculados de su trabajo o que están experimentando niveles de estrés históricamente altos requieren orientación de sus líderes. Así, estos deben ser capaces de manejar situaciones emocionales tensas, como ofrecer comentarios críticos, resolver conflictos, gestionar la frustración de los empleados y dar charlas motivadoras que realmente eleven la moral. Tienen una doble función: deben inspirar y ser pragmáticos. Deben mostrar tanto confianza como humildad. Y deben preocuparse por su gente, al tiempo que dan prioridad a los resultados empresariales.
Los conceptos erróneos sobre las emociones las subestiman.
Durante mucho tiempo, el lugar de trabajo ha funcionado bajo la premisa de que las emociones son malas para los negocios y para el liderazgo. Esta presunción se deriva de ciertas líneas de razonamiento. La primera, que antepone la racionalidad y la jerarquía a la colaboración, proviene de modelos de negocio obsoletos, como el de mando y control. La segunda es el costo indeterminado del trabajo emocional, que lo hace invisible y lo subestima. Las dinámicas de poder dan ventaja a emociones como la confianza, la determinación y el orgullo frente a la humildad, la compasión y la empatía.
Entre los conceptos erróneos más comunes se encuentran dogmas, como que los sentimientos interfieren en el control; hacen que las personas sean irracionales; impiden la toma de decisiones acertadas; hacen que las personas parezcan débiles, o que interfieren en la percepción de que eres un buen líder. Los líderes deben contrarrestar estas ideas con hechos que reflejen la realidad del lugar de trabajo actual. Las emociones son una valiosa fuente de información. En última instancia, las personas no pueden separar sus emociones de sus pensamientos racionales, ya sea que presten atención a sus propios sentimientos o a los de los demás. Expresar emociones requiere valentía. Los líderes que desarrollan sus habilidades emocionales tendrán mejores relaciones con sus colegas y un mejor rendimiento general.
Las emociones son complejas, pero las personas pueden regular sus sentimientos.
La Asociación Estadounidense de Psicología define las emociones como un patrón de reacción complejo, con tres elementos distintos:
- Experiencial – Todas las emociones se producen dentro de un contexto.
- Conductual – Las acciones son la forma en que las personas muestran sus emociones a los demás.
- Fisiológico – Las emociones provocan reacciones físicas.
Controlar tus emociones requiere esfuerzo, pero aprender a hacerlo bien es importante. Si controlas tus sentimientos con demasiada rigidez, tu salud mental y bienestar físico se verán afectados. Reprimir tus emociones o enmascararlas no es bueno para ti ni para quienes trabajan contigo. La supresión emocional aumenta el estrés, reduce el rendimiento cognitivo y daña las relaciones.
“Aceptar tus emociones no significa que las dejes controlarte”.
Regula tus emociones comprendiendo de dónde provienen y cómo se forman, y desarrolla herramientas para expresarlas con conciencia y control. Presta atención a estos pilares fundamentales que determinan tu comportamiento emocional:
- Conciencia del estado interno – Tus sentimientos son cambiantes, dependiendo de tu estado de ánimo. Cuando conoces tu estado interior, tienes más control sobre cómo reaccionas en situaciones estresantes.
- Evaluación de los acontecimientos – Cuando se produce un acontecimiento desencadenante, evalúalo para determinar si es perjudicial o beneficioso. A continuación, considera tus estrategias de afrontamiento.
- Evaluación contextual – Tu frecuencia cardíaca puede aumentar tanto si estás feliz como si tienes miedo. El contexto importa. Evalúa a las personas involucradas, la situación, el lugar, tu papel y el momento para determinar el contexto de tus sentimientos.
- Etiquetar las emociones – En lugar de etiquetar una emoción como mala o estresante, considera utilizar un vocabulario más específico con etiquetas como “decepcionado” o “ansioso”. Utilizar etiquetas precisas y específicas te da más capacidad de acción.
El autocuidado emocional alimenta el buen liderazgo.
Los líderes pueden sufrir agotamiento y tomar decisiones poco saludables cuando no tienen tiempo para descansar y recuperarse de sus responsabilidades. Cuando tienes que rendir, tu cerebro depende de la liberación de dopamina, por lo que el trabajo duro puede volverse adictivo. El marco DARE (por sus siglas en inglés) ofrece instrucciones eficaces para romper los ciclos de estrés negativo que agotan a los líderes. Concéntrate en adoptar estas actitudes:
- Desapego – Deja de darle vueltas a las cosas. Cuando llegue el momento, apaga tus dispositivos y aléjate de tu oficina.
- Autonomía – Ser autónomo significa tomar decisiones activas sobre lo que haces y lo que no haces. Cuando estás bajo presión, sentir que eres dueño de tu tiempo te ayudará a recuperar la ecuanimidad más rápidamente. Programa actividades fuera del trabajo con el mismo cuidado y sentido de la responsabilidad que aplicas a tus compromisos laborales.
- Relajación – Para tu recuperación física, tómate tiempo para relajarte y no hacer nada. Esto te ayudará incluso si solo dedicas unos minutos a respirar, observar el momento y meditar.
- Compromiso – Busca actividades fuera del trabajo que te inspiren y motiven. Inscríbete a alguna clase, desarrolla un pasatiempo, únete a un grupo comunitario o busca una oportunidad para hacer voluntariado.
Un conjunto de herramientas emocionales ayuda a los líderes a gestionar situaciones tensas.
Los líderes deben crear un conjunto de herramientas emocionales al que puedan recurrir para abordar las necesidades emocionales de sus empleados. Desarrolla estrategias útiles que te ayuden a anticipar mejor una situación emocionalmente tensa y a responder de forma proactiva. Tu conjunto de herramientas también te ayudará a recuperarte de este tipo de situaciones. Para ser proactivo, aprende a utilizar estas herramientas:
- Busca dentro de ti – Conoce tus desencadenantes para poder planificar en lugar de actuar de forma automática o refleja. La autoconciencia te permite anticipar y manejar situaciones emocionales difíciles.
- Establece tu enfoque – Es tentador intentar no pensar en una situación emocional que está a punto de estallar, pero ignorarla solo la empeorará. Visualiza un resultado optimista, considera soluciones y recurre a la positividad.
- Selecciona tus batallas – Piensa detenidamente en tus retos y desarrolla un sentido de empoderamiento a la hora de tomar decisiones, especialmente después de identificar situaciones que podrían desencadenar reacciones emocionales problemáticas si no eres decisivo.
- Cambia tu situación – Piensa en cómo gestionarás una situación potencialmente problemática y pregúntate qué podrías hacer para modificar su resultado. Planifica con antelación, crea zonas de amortiguación en tu agenda diaria y mantén la flexibilidad.
En momentos de intenso conflicto emocional, invoca el proceso BRAVE (por sus siglas en inglés): respira, reconoce, acepta, verbaliza y comprométete para calibrar tus respuestas. Seguir estos pasos evita la tentación de reaccionar sin pensar en las repercusiones. Responder con precipitación y sin planificar puede crear malentendidos y más conflictos. Procesa un encuentro emocional utilizando las tres R: reestructura para considerar tu papel, reflexiona para pensar en lo que has aprendido y recupera tu equilibrio reponiendo tus recursos emocionales.
Las emociones de un líder pueden tener un impacto desmesurado en los empleados.
La gente presta atención a las emociones de quienes ostentan el poder. Los empleados son sensibles al comportamiento de sus líderes. Observan sus expresiones faciales e interpretan cada vocalización o señal, como un suspiro o una mirada de reojo. Las emociones son “contagiosas”: si el líder está de mal humor, eso afecta a toda la oficina. Dado que los empleados que tienen poco acceso a los pensamientos de sus supervisores se basan en deducciones, los líderes deben prestar atención a la forma en que se relacionan para evitar que la gente saque conclusiones erróneas.
“”En esencia, los líderes compasivos reconocen el malestar de los demás, al tiempo que mantienen cierta distancia entre sus emociones y las de las personas a las que dirige
Ser sincero podría parecerte difícil, pero la franqueza tranquiliza a tus empleados y les hace confiar en ti. Ocultar tus emociones puede retrasar tu ansiedad, pero tus verdaderos sentimientos acabarán saliendo a la luz, sin que lo desees, y podrían herir a las personas o dañar su confianza en ti como líder. Para dar ejemplo de regulación emocional en momentos difíciles, practica estas técnicas:
- Reconoce las emociones – Admite tu ansiedad y recuerda a los miembros de tu equipo que están juntos en esto.
- Comparte en las redes sociales – Cuenta una historia con la que tus empleados puedan identificarse y que muestre cómo superaste un reto personal o profesional.
- Comparte con el equipo – Empieza las reuniones preguntando cómo se sienten las personas, reconociendo así que sus ansiedades son importantes.
- Narrar experiencias personales – Compartir experiencias vitales genera confianza y compasión.
- Fomentar la sinceridad – En momentos de estrés, deja que las personas expresen sus inquietudes sin filtros.
Ser auténtico no significa esforzarse por ser positivo todo el tiempo. La positividad injustificada puede ser tóxica cuando los líderes la usan para apaciguar a las personas en lugar de reconocer y respetar sus reacciones. Sin embargo, permitir que los sentimientos negativos fuertes ocupen un lugar central desanimará a tus empleados, por lo que es importante mantener un equilibrio.
Las situaciones emocionales requieren un manejo cuidadoso.
Los lugares de trabajo diversos fomentan la innovación y la colaboración. También presentan desafíos, ya que personas de diferentes culturas, estilos de vida, habilidades, generaciones y creencias pueden tener dificultades para encontrar puntos en común. Esto puede dar lugar a interacciones emocionalmente intensas que los líderes deben gestionar con respeto. Debido a la tendencia humana a aliarse con personas similares, pueden surgir desconfianza y conflictos cuando grupos diversos y autodefinidos se unen en tu equipo o en tu plantilla.
Los líderes tienen la responsabilidad de mantener la armonía en el lugar de trabajo por el bien de su organización, ya que los conflictos son extremadamente estresantes. Una solución es replantear el conflicto como una conversación de aprendizaje, utilizando estas técnicas:
- Reorienta a las partes involucradas – Supervisa una mesa redonda. Las partes deben estar abiertas a conocer los puntos de vista de los demás para encontrar puntos en común.
- Reconoce las emociones – Identificar las emociones ayuda a conectar a las personas con los hechos, lo que a su vez ayuda a resolver los conflictos.
- Demuestra que no es algo personal – Los conflictos suelen surgir cuando las personas se sienten atacadas a nivel personal. Compartir los sentimientos les ayuda a sentirse reconocidos y puede hacer que los oponentes estén más dispuestos a prestar atención a las emociones de los demás.
Los líderes deben fomentar un clima equitativo y cooperativo para ganarse la confianza, la cooperación y la voluntad de los empleados para resolver los desacuerdos. Para proporcionar seguridad psicológica, los líderes deben demostrar que las personas pueden expresar sus sentimientos y opiniones con seguridad, sin temor a represalias. Solicita comentarios sinceros mediante encuestas anónimas que permitan a las personas expresar sus opiniones libremente. No evites las conversaciones difíciles. Sé humilde con respecto a lo que necesitas aprender y fomenta un compromiso significativo.
Las nuevas tecnologías están revolucionando el lugar de trabajo y creando retos emocionales.
La vida laboral de las personas ha cambiado drásticamente, especialmente en los últimos años, desde el inicio de la pandemia. El teletrabajo, con sus ventajas e inconvenientes, se está convirtiendo cada vez más en la norma. Los líderes deben lidiar con los factores estresantes tecnológicos. La inteligencia artificial, que se está volviendo omnipresente, amenaza con desplazar a los trabajadores. Si bien los programas de IA pueden automatizar el trabajo tedioso, su llegada hace que las personas que desempeñan ciertas funciones se sientan inseguras con respecto a sus puestos de trabajo.
Las interacciones virtuales pueden dar lugar a malentendidos. La pérdida del contacto personal, en particular la ausencia de interacciones informales no relacionadas con el trabajo, puede provocar sentimientos de disociación y aislamiento. Estar conectado prolonga la jornada laboral. En algunos casos, estar conectado las 24 horas del día significa que la jornada laboral nunca termina. La frontera entre el hogar y la oficina se difumina cuando las personas trabajan a distancia, especialmente si sus empleadores les presionan para que estén disponibles en todo momento. Cuando los líderes establecen límites entre el trabajo y el hogar, los trabajadores se benefician emocionalmente.
Sobre las autoras
Dina Denham Smith es fundadora y CEO de Cognitas. Alicia A. Grandey es profesora del programa de psicología industrial y organizacional de la Universidad Estatal de Pensilvania.